Un fascinante viaje al centro de la historia del entretenimiento electrónico, en tu propio idioma.

YIE AR KUNG-FU. Año: 1985. Casa: Konami.

Existe mucho desconocimiento sobre el Kung-fu, especialmente en mi país. Dicho de otro modo, en mi país la gente no tiene ni puñetera idea de Kung-fu. En cambio, en Tailandia y en Japón (capitales de todo este "mundillo"), el Kung-fu es uno de los modos más populares de partirle la cara a alguien.

Por ejemplo, allí en Tailandia, cuando se sabe Kung-fu se puede ir por la calle golpeando a todo el mundo y amenazando a otros para que hagan lo que uno quiera, y eso es así, sencillamente, porque el Kung-fu es lo mejor.

Yo lo primero que haré cuando tenga un hijo será enseñarle Kung-fu, hasta convertirlo en una máquina mortal con la que extorsionar a mis vecinos. Será cojonudo.

Una vez salí con una tía que tenía bigote, pero sólo porque sabía Kung-fu. Joder, si hubiera tenido un hijo con ella ahora estaría ganándome la vida de puta madre!

De veras que sería muy feliz si tuviese ese crío. Lo primero que haría sería pasearlo por el barrio haciéndole partir ladrillos con la cabeza y otras cosas locas de Kung-fu. Y los vecinos que no quisieran pagar mi modesta tasa de protección de 3,000 euros recibirían una paliza por parte del chaval.

Y no se crean, que yo no me quedaría quieto y también ayudaría a mi hijo a repartir golpes.

Yo nunca he malgastado mi tiempo y dinero estudiando Kung-fu en una academia y todo lo que sé lo he aprendido de las películas y de los videojuegos - y **GRATIS** -, pero creo que soy capaz de partirle la cara, como poco, a un cinturón marrón.

La mayoría de la gente es estúpida y cree que los cinturones en Kung-fu se llevan para expresar el estado de ánimo de los luchadores. PUES NO: El color del cinturón en el Kung-fu representa tu rango dentro del escalafón del Kung-fu. Cuanto más oscuro sea, mejor. Por ejemplo, si eres cinturón naranja, eres una mierda.

Cuando por fin eres cinturón negro te explican cómo romper ladrillos con la cabeza y barras de metal con la mano.

A muchas personas esto les parecerá una gilipollez, pero si yo supiera cómo hacerlo sin sentir dolor, estaría todos los días por ahí en la calle, partiendo carteles de cartón y otras cosas más duras, como piedras gigantes o bancos de piedra con gente sentada encima.

En fin, creo que podría estar así todo el día.

Es posible que en este artículo se haya hablado mucho de Kung-fu y absolutamente nada de Yie Ar Kung-Fu. Eso es porque ésta es mi página secreta de Kung-Fu.

Sobre el juego en cuestión lo único que puedo decir es que para tratarse de una simulación de Kung-fu contaba con demasiados gordos como para ser tomada en serio.

Por ejemplo, nada más empezar el juego, te enfrentabas con un gordo que volaba. Y cuando digo "un gordo que volaba" no me refiero a un tipo un poco fondón dando saltos, sino a una puta ballena con tetas flotando en mitad del aire.

Y yo estoy de acuerdo en que el kung-fu hace maravillas, pero coño, tampoco creo que convierta la grasa en helio.

CÓMO JUGAR HOY A YIE AR KUNG-FU: Si quieres jugar al arcade que inventó el hermoso género del Torneo de Kung-fu con Gordos - al que todos debemos horas y horas de diversión - visita Mame.dk (la página ya no funciona, pero qué más da) y hazte con la última versión del emulador MAME y con una copia de Yie Ar Kung-Fu: un videojuego antiguo y malo como sólo un videojuego antiguo y malo de Kung-Fu podría llegar a... soñar con... siquiera... er, serlo.