Melrose Place. Cuando vuelvo de juerga, los cabrones echan MELROSE PLACE. Tras una noche de fiesta por todo lo alto, de la que vuelves COMPLETAMENTE BORRACHO Y SOLO, no nos engañemos: lo que te pide el cuerpo es un poco de sofá y algo de porno salvaje. Y, ya se sabe, entre lo uno y la ausencia de lo otro se acaba encendiendo la tele. No quiero extenderme mucho sobre el tema del porno, pero lo cierto es que tampoco cabe esperar del canal estatal perras sedientas a las siete de la mañana, la verdad. El rollo matinal es más bien chill out : dibujos animados, cartas de ajuste y repeticiones de magazines... De hecho, el programa más pornográfico a esas horas es la retransmisión de la misa dominical y, entre nosotros, tampoco es como para tirar cohetes. Pero, ah amigos, desde hace varios años, TELE 5 echa MELROSE PLACE y después - sí, ¡seguidos! - SENSACIÓN DE VIVIR, culebrones norteamericanos que hablan de mujeres que han estado en la cárcel y se lo ocultan a sus maridos, de mujeres alcohólicas que chupan botellines del minibar del hotel y se lo ocultan a sus maridos, de mujeres cleptómanas y desesperadas conduciendo deportivos rojos y ocultándoselo a sus maridos y - ahora viene lo mejor - DE ZORRAS EN LENCERÍA NEGRA QUE SE ACUESTAN CON CUATRO TIPOS EN EL MISMO CAPÍTULO, WOOHOO! Qué jodidamente didáctico, en serio. Y qué gran acierto el de TELE 5, escoger los sábados y los domingos por la mañana para contarnos QUE LAS MUJERES VIENEN DE OTRO PLANETA PARA ROBAR NUESTRO ESPERMA Y HACER COLLARES CON NUESTROS TESTÍCULOS! Pero si ellas son retratadas como seres sin
escrúpulos que harían cualquier cosa con tal de seguir vistiendo lencería sexy, los
hombres tampoco es que salgamos mejor parados: nuestras mujeres
La serie comienza con una música que pretende ser muy chula y que, efectivamente, es muy chula. A partir de aquí, poco más puede decirse de MELROSE PLACE sin comenzar a poner la palabra "jodido" por doquier... Uno a uno van saliendo los jodidos protagonistas iluminados por una jodida bombilla de 800 watios, y debajo sus jodidos nombres, y luego caminan todos cogidos de la mano por la calle, sin rumbo, como sin techos el día de Navidad, mientras una voz dice: "MELROUSS PLEIS!". Entonces aparece una rubia falsa y pone "GUEST STAR: HEATHER LOCKLEAR AS AMANDA", y ya está. Pues bien: a primera vista pudiera parecer que el tema del programa son los anglosajones blancos protestantes de 30 años, pero no... la serie entera va de esta tal AMANDA, que es la casera de todos y utiliza el sexo para trepar como yo podría utilizar una cuerda si tuviera fuerza en los brazos. Pero la tipa no se limita a cobijar en su edificio a los gilipollas de la serie, no, sino que encima les da trabajo. Da igual cómo empezara un personaje en MELROSE PLACE, todos sabemos que tarde o temprano acabará trabajando como publicista en la agencia de AMANDA WOODWARD.
La otra fuente de ingresos para los protagonistas es el JODIDO HOSPITAL WILLSHIRE. En el JODIDO HOSPITAL WILLSHIRE nadie ingresa por cosas cutres como forúnculos o hernias discales, y sí por extrañas enfermedades inventadas que misteriosamente remiten tras dos capítulos, y aún gracias, porque la plantilla del JODIDO WILLSHIRE está más preocupada por trepar por encima del compañero que por cosas tan decididamente poco cool como el suero, la penicilina, y los nombres extraños de las enfermedades inventadas por los guionistas. Pero aunque no fuera así, aunque tuvieran tiempo de dedicarse a los pacientes que les dan de comer: sinceramente, un tipo tan estúpido como el Doctor MICHAEL MANCINI, CASADO CON UNA LOCA, LUEGO CON SU HERMANA, DE NUEVO CON OTRA LOCA, Y MÁS TARDE CON UNA PUTA, tiene que ser incapaz de distinguir un bote de aspirinas de la fotografía de un enfisema pulmonar. A continuación reproduzco LA prueba de selección de ambos centros:
Así que ya tenemos a todos los personajes de MELROSE PLACE bien juntos, ya sea en su maravilloso puesto de trabajo para subnormales o psicópatas, ya sea en sus casitas pareadas. ¿Cómo se relacionan entre sí?
El saludo habitual entre los protagonistas de la serie consiste en quitarse la ropa mientras suena una guitarra chusca de fondo. Eso no significa que sean amigos sin embargo. De hecho, ni siquiera significa que se conozcan, pero las normas en MELROSE PLACE son así: primero las tetas, luego ya nos iremos presentando. Porque los personajes en MELROSE PLACE a veces se conocen y, en ocasiones, hasta interactúan entre sí: montan fiestas en el patio con piscina de sus pisitos pareados, van a cócteles y, claro está, acuden en masa al local para paletos propiedad de uno de ellos. Todo es como la realización de nuestras fantasías juveniles, cuando éramos un poco más idiotas que ahora y les decíamos al atajo de perdedores que eran nuestros amigos: "De mayores viviremos todos juntos y trabajaremos en el mismo sitio y nunca, nunca nos separaremos". Así sería MELROSE PLACE sino fuera porque en esta serie TODOS LOS PERSONAJES SE ODIAN ENTRE SÍ. Como en la vida real, sí, sólo que en MELROSE PLACE no pueden aguantarse y gastan la totalidad de su tiempo maquinando venganzas ridículas, como poner catorce cajas de tranquilizantes en la copa de vino de la hermana (y va la hermana y dice que el vino es excelente, la muy yonqui), manipular los frenos del coche del ex-novio y vecino con la intención de "darle un susto", o secuestrar a la ex-esposa en la estúpida creencia de que así ella volverá a enamorarse de uno. Pero no hay que temer por nuestros protas delincuentes: si algo no funciona en MELROSE PLACE (y son muchas las cosas que no funcionan) es el departamento de policía. En el departamento de policía de MELROSE PLACE sólo ingresan los que en su día no pudieron entrar en la agencia de AMANDA o en el JODIDO HOSPITAL WILLSHIRE, lo que da una idea del nivel intelectual que cabe esperar de esos hijos de puta. La policía de la serie no resolvería un caso ni encontrándose al sospechoso untado de sangre y melaza murmurando pasajes de la Biblia, desnudo sobre el cadáver en medio de la escena del crimen. Así, pues, y a pesar de todos los intentos de asesinato y la incompetencia de los protagonistas - que en la vida real les supondría una inanición segura -, pocas cosas cambian en la serie, lo que posibilita su seguimiento aun estando borracho. Es fácil deducir, pues, que las claves del éxito de MELROSE PLACE son la estupidez y el sexo. Tal vez con un poco menos de lo primero, estaríamos durmiendo un domingo a las siete de la mañana, y seguro que con un poquito más de lo segundo, desde luego no estaríamos viendo MELROSE PLACE. |